Traumatología veterinaria

Aquí se incluyen patologías heredadas, como por ejemplo la displasia de cadera o de codo, lesiones producidas por traumas y accidentes (fracturas óseas, roturas de ligamentos, luxaciones etc.) o patologías degenerativas, como por ejemplo las artrosis que afectan tanto a nuestros perros geriátricos.
La traumatología veterinaria es una especialidad compleja, que requiere de experiencia para hacer un buen diagnóstico y tomar la decisión acertada para seguir un tratamiento médico conservativo o un tratamiento quirúrgico. Las técnicas de cirugía son complejas y requieren materiales especiales, como también de una formación continua del facultativo. Además, este tipo de lesiones para una recuperación óptima siempre van acompañadas de un programa de rehabilitación y fisioterápia.
En la Clínica Veterinaria Covivet, durante la consulta de traumatología observamos el animal tanto en marcha, como en reposo y la forma en la cual cambia de posición. Este protocolo nos permite identificar la zona afectada, si sin son una o varias las zonas afectadas por patologías y si, por ejemplo, en el caso de una cojera, esta es de origen ortopédico o neurológico. Después, pasamos a la palpación y movilización de la zona afectada para identificar alteraciones, movimientos anormales o contracturas y atrofias musculares.
En muchos casos recurrimos a la goniometría (la medición de los ángulos de máxima flexión o de máxima extensión de una articulación) para comparar entre si los movimientos de la misma articulación izquierda y derecha para poder descubrir lesiones más sutiles. Para un diagnóstico definitivo de una lesión ortopédica en la gran mayoría de los casos es necesario practicar un diagnóstico radiológico.